Granjeando de nuevo
Los alumnos de primero y quinto de primaria han disfrutado unos días en la granja escuela. En los grupos nuevos, octubre es el mes más propicio para realizar este tipo de salidas de convivencia, dado que ya han “roto el hielo” pero aún no se conocen demasiado, por lo que resulta estupendo que tengan unos días fuera del cole para conocer más de los compañeros y compañeras.
Como sabéis, hemos tenido que dejar de hacer este tipo de salidas y actividades durante unos años. La pandemia nos hizo olvidarnos de las granjas y otras actividades, dejarlas arrinconadas en los almacenes de material, quizás junto a los utensilios de cocina, tizas, cartulinas o gomas de borrar, e intentando ser ingeniosos y aprovechar el Parque de Roma y otros espacios para tomar un poco de aire de vez en cuando. Ha sido maravilloso retomar las convivencias y se ha notado mucho entre nuestro alumnado; lo han disfrutado a lo grande.
En efecto, una salida al campo, para los que vivimos en la ciudad, siempre se agradece. Los paseos por los bosques o praderas que rodean las granjas que habitualmente visitamos se muestran esplendorosos, el aire que se respira se siente de otro modo y aprendemos a apreciar las cosas de otra manera.
Retomamos conocimientos sobre los animales: comprobamos que la leche sale de la vaca, de la cabra o de la oveja y que cuando la bebemos pasan muchas cosas en nuestro cuerpo (¿Cómo es posible que la hierba acabe en nosotros de esta manera? ¿Qué pasos y qué fermentos contribuyen a ello? ¡Cuantas preguntas abordan nuestros pensamientos!).
La sendas nocturnas, con cielos que se arrojan sobre nosotros cargados de estrellas (la mayor, la polar, centauro, orión…). Los bizcochos, el pan, las yincanas, los cestos y manualidades, los amigos y amigas, la noche, las veladas y juegos nocturnos, dormir con los compis, la preparación de la maleta y el aprender contenidos y conceptos en vivo y de forma práctica sobre aspectos cotidianos que quizás en nuestro día a día, queramos o no, se vierten distintos, lejanos… Pero, sobre todo, el recuerdo de estos días en la naturaleza, que les vendrá a la memoria en numerosas ocasiones y ha servido para aprender y afianzar los vínculos y relaciones con los compañeros y compañeras.