“El amor” y “El mundo actual”
Son los nombres de los proyectos interdisciplinares que se han llevado a cabo en 3º y en 4º de la ESO respectivamente.
Ya son varios los años que el alumnado de los colegios FUHEM trabaja en las diferentes materias con un hilo conductor y en un producto final coordinado desde todas las áreas. Estos proyectos siempre comienzan con una actividad a la que denominamos “detonante”, una sesión que, a través normalmente de la teatralización, busca la reflexión, la toma de conciencia y sirven para presentar el proyecto, que dura entorno a un mes.
El proyecto de El amor en 3º de ESO, comenzó el pasado mes de febrero. El profesorado recreó un futuro distópico en el aula en el que el alumnado viajó 25 años al futuro y experimentó cómo sería su clase en dicho momento. La jornada comenzó con una dramatización en la que el profesorado le esperó en clase serio y autoritario. En la pizarra estaba escrita la fecha siguiente: 1 de febrero de 2048.
La clase se había dividido en tres partes: una zona VIP con ciertas comodidades (zumo, galletas, cereales, vasos con agua,…); una zona media (de uno en uno y cada uno en su mesa); la zona al final (el alumnado en una sola mesa, en un espacio sucio y descuidado).
La clase transcurrió con apagones de luz, el profesorado era injusto, atendía mejor a la zona vip y no hizo caso a la zona del final. La clase versó sobre la importancia del odio para organizar la sociedad. El alumnado buscó el máximo de situaciones posibles de su vida en las que se muestre lo importante que es el odio y lo contraproducente que puede ser actuar con amor.
Tras esta situación utópica, irrumpieron en el aula nuevos profesores. Expulsan al profesorado anterior (el profesor o profesores del odio). Reorganizaron el aula, quitaron al alumnado sus distintivos, repartieron la comida simbólica equitativamente y preguntaron al alumnado de la zona del final cómo se habían sentido. El profesorado explicó que había realizado esta dramatización porque no queremos llegar a la situación basada en este futuro distópico en el odio y no en el amor.
Algunas de las preguntas que trabajaron fueron: “¿Qué atributos tiene el amor?”, “¿Qué rasgos tiene?” o “¿Es útil en nuestro día a día?”. Después, activaron la máquina del tiempo y viajaron 25 años atrás para modificar actitudes y hacer que se rigiesen por el amor y no por el odio.
Por último, hicieron un trabajo de investigación sobre cómo poner en marcha los valores de los atributos del amor y desarrollar proyectos en su centro.
El pasado 16 de marzo el alumnado de 4º de ESO comenzó el proyecto ecosocial e interdisciplinar de El mundo actual. La actividad inicial y motivadora se realizó en forma de detonante, con una duración de cuatro horas y se desarrolló en dos bloques diferentes. El primer bloque estaba dividido en dos actividades. La primera actividad, Un paso adelante, fue individual y tenía como objetivo que el alumnado conociese realidades distintas a las suyas y que no estuviesen en su contexto. Se trataba de un juego de rol en el que cada estudiante tenía que avanzar en su camino si cumplía alguno de los requisitos que se exponían mediante preguntas en gran grupo: “¿Tienes acceso a una vivienda con luz y agua caliente?”, “¿Sabes leer y escribir?” o “¿Puedes casarte libremente con la persona que tú elijas?”.
Al terminar esta actividad, se realizó una reflexión grupal.
La segunda actividad El juego del comercio mundial en el que cada grupo tenía que elaborar una serie de figuras geométricas. Las herramientas con las que contaba cada equipo eran desiguales: un grupo contaba con muchas herramientas, pero con poco material; dos grupos contaban con mucho material, pero con pocas herramientas, y los otros no tenían prácticamente nada con lo que trabajar. El objetivo es que hicieran un símil del mundo en el que vivimos.
Por último, en el segundo bloque de la jornada realizamos el Escape (de la injusticia ) room. El hilo conductor de la prueba era la obtención de ocho mensajes que formaban parte de un manifiesto final. Tras superar cada prueba, el grupo ganador conseguía un mensaje que compartía con el resto de grupos.
Al terminar, todos tuvieron que organizar esos enunciados para que tuvieran sentido dentro del manifiesto. La conclusión de este era la siguiente: “Nuestras diferencias nos hacen únicos, pero no son útiles cuando nos separan tanto de nuestros semejantes. Nuestros privilegios nos permiten vivir mejor, pero no funcionan cuando otros tienen que vivir peor a nuestra costa. [...] Dar y tomar, recibir y regalar, pedir y ayudar: así debe ser nuestro mundo actual”.