Carnaval, ¡te quiero!
Febrero huele a sardinas… ¡y a Carnaval! En nuestro centro lo celebramos por todo lo alto y queremos contaros los detalles de este curso 2018.
En infantil y primaria, esta fiesta se prepara con mucha antelación. Primero, se elige el proyecto para cada curso; después, compartimos ideas sobre los posibles disfraces y, por último, ¡manos a la obra! A pensar de qué queremos disfrazarnos y cómo haremos la puesta en escena. Comienza a funcionar entonces “la maquinaria” para pequeños y grandes, para niños y familias.
En infantil este año el Carnaval ha tenido muy presentes los ecosistemas. Las clases han preparado disfraces relacionados con la selva amazónica, la sabana africana, los bosques tropicales o el ecosistema del Ártico. ¡Mirad qué maravilla!
En primaria el trabajo también comenzó semanas antes de la fiesta. Los alumnos disfrutaron de diferentes talleres y actividades relacionadas con la temática de sus disfraces. Experimentos, bailes, manualidades y talleres protagonizaron los días previos, hasta que por fin llegó el día más esperado. En el desfile, los alumnos nos sorprendieron con sus originales disfraces. El aire, el agua, el cine o la historia contemporánea fueron los protagonistas de esta edición. ¡Les felicitamos por su gran trabajo!
Además, un par de días antes la alumnas de prácticas construyeron la tradicional sardina. Prepararon un molde de papel de más de 3 metros relleno de papel de desecho. Cada alumno, desde 1º hasta 6º, había coloreado su escama: un semicírculo alargado que se va pegando en la sardina. Queda bonito, bonito. Detrás de cada escama cada niño había pintado algo que no quiere que le suceda, algo que que no le gusta, que le duele o le da miedo. Todo eso para quemarlo en el famoso entierro de la sardina.
El día de Carnaval disfrutaron de una mañana inolvidable: los de 6º hicieron el pregón de todos los años, para Infantil y Primaria. Y a partir de ahí, desfiles de disfraces, canciones, coreografías, duendes, tribus africanas, esquimales, exploradores, el agua, el aire, el cine, la historia…
Para terminar, cada uno en su patio preparó un gran corro con las familias y profesores y saltamos nuestra sardina, al ritmo del fuego. Todo el esplendor del carnaval se reduce a cenizas, como la sardina quemada, y desaparece para siempre… Pero en el recuerdo se queda la imagen: “Mi mamá o mi papá… saltaron la sardina”.
En secundaria se continúa esta tradición y cada clase elige una temática para disfrazarse. También preparan una actuación. El día de Carnaval se cortan las últimas clases y todo el mundo se disfraza. Después se baja al patio a disfrutar de la fiesta: desfiles, actuaciones, conciertos en directo, discursos, música… La mañana se llena de risas y aplausos.
Después de las actuaciones y el pasacalles, el jurado decide el ganador de un premio colectivo, que este año ha recaído para la clase de 2º ESO C, disfrazados de boda. También se entregaron premios al Mejor Disfraz Individual, que fue para Mario Prada (1º de ESO), disfrazado de ramo de flores, y para Gabriel Bazo (2º ESO), disfrazado de Cruella de Vil.
Para finalizar la fiesta, los alumnos del primer ciclo de ESO subieron al instituto para juntarse con sus compañeros “de arriba” y realizar todos juntos, Secundaria y Bachillerato, el tradicional salto de la sardina.
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